Reflexión final del curso

Durante este curso he aprendido nuevas estrategias e instrumentos para evaluar tanto el aprendizaje de mis alumnos como mi propia práctica docente.

He podido implicar a mis alumnos llevando a la práctica y realizando con ellos la tarea integrada “Hacemos un bizcocho” propuesta para el curso. La planificación y diseño de diferentes actividades de la tarea y sus instrumentos de evaluación me permitieron establecer la secuencia lógica de los pasos que tienen que seguir los alumnos para llevarla a cabo.

Dicha planificación me ayudó a preparar y organizar la tarea y a los niños entender mejor cuál es su propósito real en ella. He utilizado varias estrategias y herramientas (rúbrica, escala de calificación, lista de cotejo, feedback y feedforward, observación, evaluación de las producciones, cuestionario de autoevaluación, test) para poder atender a varios aspectos de aprendizaje de mis alumnos. Con ello he podido evaluar no sólo los contenidos que estaban asimilando mis alumnos, sino también su capacidad de trabajo en grupo, su iniciativa, creatividad, interés y motivación.

Las nuevas herramientas no sólo han permitido realizar la evaluación más completa y objetivamente, sino que además han logrado implicar e involucrar a los alumnos en su propio proceso de aprendizaje y esa era una de mis expectativas para este curso. He proporcionado a mis alumnos la rúbrica que he elaborado para el curso. Ellos la han usado, adjudicando diferentes puntuaciones a los distintos niveles de logro y ajustando su rendimiento a los niveles establecidos. Aunque me ha llevado tiempo crearla, creo que mereció la pena, porque gracias a ella los alumnos entendieron lo que se esperaba de ellos y con ello intentaron mejorar sus resultados. Debo decir que fueron bastante autocríticos y muy honestos con su propia evaluación y puntuación. La evaluación entre pares también ha funcionado muy bien: cuando analizaron los trabajos de sus compañeros y votaron el mejor póster o el mejor mapa mental, pudieron argumentar sus decisiones teniendo en cuenta los criterios de la lista de cotejo que elaboraron, usando sus conocimientos sobre el tema. Las propuestas de mejora que ofrecían a sus compañeros eran muy constructivas y los elogios, muy sinceros.

La tarea salió muy bien y el producto final estaba riquísimo. La prueba fue superada con éxito. Los alumnos disfrutaron muchísimo: usaron el inglés para nombrar ingredientes y cantidades, se leyeron en inglés unos a otros los pasos a seguir; estuvieron motivados, implicados e interesados. Todos cooperaron eficientemente en parejas, esperando cada uno su turno para añadir los ingredientes. Y lo más importante, vieron los resultados reales de su aprendizaje. Salieron del aula con conocimientos nuevos y habilidades prácticas que aplicaron después en sus casas. Varias familias me comentaron que el fin de semana siguiente desayunaron mug-cakes. Esta fue la prueba de que los alumnos adquirieron competencias útiles para la vida real.

Además, en este curso he aprendido usar nuevas aplicaciones como el Padlet, he creado mi primer blog. He investigado sobre Sistemas de respuesta rápida como Kahoot, Plickers. Voy a probar a introducirlas en el aula en el futuro próximo. Aunque debo admitir que sigo siendo reacia a usar redes sociales como Twitter y Facebook . Pero he de reconocer que, en general, el curso me ha enriquecido con conocimientos que me van a ayudar a mejorar tanto el aprendizaje de mis alumnos como mi competencia profesional.

• Enlace a la ficha de diseño de la tarea integrada (actividad Proyecto Final)

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